El Río San Pedro, ubicado en la comuna de Los Lagos, provincia de Valdivia, en la Región de los Ríos de Chile, es un curso de agua de gran relevancia ecológica y turística. Nacido en el Lago Riñihue, este río fluye a lo largo de 82 kilómetros, drenando agua desde el último de los famosos Siete Lagos y confluyendo en el Río Calle-Calle, que a su vez conduce al Río Valdivia y finalmente al Océano Pacífico.
El Río San Pedro destaca por su belleza natural, siendo uno de los ríos más hermosos de Chile y un curso navegable de gran importancia. Su orografía está marcada por un variado relieve que cruza de este a oeste, y su gran caudal, evidencia la riqueza hídrica de la región. Este río es receptor de las aguas de múltiples lagos, incluyendo el Lacar en Argentina y el Panguipulli en Chile, lo que le confiere un carácter único y lo hace esencial para la conservación de la biodiversidad.
La flora y fauna asociadas al río son representativas de la Selva Valdiviana. Las riberas del San Pedro están bordeadas por una vegetación exuberante, incluyendo especies como Coihue, Tepa, Lingue, Ulmo, Roble, Laurel, Olivillo, Arrayán y Luma. Este entorno alberga una rica fauna, con especies nativas como el Pudú, Puma, Zorro, Monito del monte y Coipo, así como fauna exótica como la Liebre europea, Visón y Jabalí.
Además, el río es un paraíso para los amantes de la pesca, particularmente para la pesca con mosca, gracias a la diversidad de su ictiofauna, que incluye tanto especies nativas como exóticas. Entre las especies nativas se encuentran la Percatrucha, Pejerrey chileno y Puye, mientras que las introducidas incluyen la Trucha arcoiris y el Salmón Chinook. La estructura del río, con sus remansos, rápidos, corrientes suaves y aguas oxigenadas, ofrece una experiencia de pesca única.
En resumen, el Río San Pedro no es solo un cuerpo de agua, sino un ecosistema vital que refleja la esencia de la Selva Valdiviana. Su belleza escénica, importancia ecológica y oferta turística lo convierten en un destino imperdible para aquellos que buscan experimentar la naturaleza en su máxima expresión.