El Río Cruces, ubicado en la comuna de Valdivia en la Región de los Ríos, Chile, es un curso natural de agua que desempeña un papel crucial en la ecología y el turismo de la zona. Nace en las faldas del volcán Villarrica, tomando su nombre al pasar por el caserío homónimo y discurre a través de un paisaje caracterizado por riberas acantiladas, meandros, islas y zonas pantanosas. Este río, alimentado por los afluentes Nanihue y Pichoy, confluye con el río Valdivia y finalmente desemboca en el Océano Pacífico en la bahía de Corral​​​​.

Río Cruces
Imagenes: Paulina Lobos Peña: https://www.flickr.com/photos/lobosppaulina/

Es un destino imprescindible para cualquier amante de la naturaleza y la historia. Con una extensión de 125 kilómetros, e Río Cruces se convierte el eje central del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter.

Pues, alberga un humedal de reconocimiento internacional, vital para la conservación de la biodiversidad biológica, y en particular, como hábitat de aves acuáticas. El río Cruces, además de ser el alma del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter creado en 1981, es hogar de especies como el pejerrey, la carpa, las lisas y el róbalo.

El área protegida, que abarca unas cinco mil hectáreas, es un refugio para más de 20,000 aves de más de cien especies diferentes, unas 80 variedades de plantas y una significativa población de animales mamíferos. Entre las especies destacadas se encuentran el cisne de cuello negro, el piden, el coipo, las golondrinas de dorso negro, el pato real, las garzas, la tagua, las bandurrias, la rana grande, el picaflor y ​​la loica.

Además, atraviesa parte del denso bosque valdiviano, una selva virgen e intacta donde coexisten zorros, monitos del monte (una especie de roedor), liebres, pumas, y una gran variedad de árboles, así como helechos y plantas. Este ecosistema genera un microclima ideal para el desarrollo y poblamiento de estas especies​​.

Principio del formularioEl santuario y el río se han convertido en un lugar predilecto para la fauna y flora, especialmente tras las anegaciones causadas por el terremoto de Valdivia de 1960. Este evento natural transformó significativamente el paisaje, creando extensas áreas de juncos y humedales en lo que antes era tierra firme​​​​.

Turísticamente, el Río Cruces ofrece una experiencia única que mezcla la belleza natural con la historia cultural de la región. Los tours fluviales permiten a los visitantes sumergirse en la biodiversidad del lugar, apreciar la vasta flora y fauna, y ser testigos de la historia viva de Valdivia. Esta combinación de naturaleza prístina y rica historia cultural hace del Río Cruces un destino turístico excepcional, ofreciendo tanto tranquilidad como educación ambiental y cultural.

En resumen, el Río Cruces no es solo un cuerpo de agua, sino un escenario donde se entrelazan la biodiversidad, la historia y la cultura, ofreciendo una experiencia inolvidable a todos los que visitan este rincón único de Chile.

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