Ubicado en la majestuosa comuna de Puerto Varas, en la provincia de Llanquihue, el Lago Todos los Santos emerge como una joya natural incrustada en el seno del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales; esta impresionante masa de agua cubre una extensión de 178.5 km² y descansa a una altitud de 189 metros sobre el nivel del mar, alcanzando profundidades que rozan los 337 metros en su punto más hondo.

Lago Todos los Santos
Imagen: Patricio Menis https://www.flickr.com/photos/patriciomenis/

Pero más allá de sus cifras, lo que verdaderamente fascina es su incomparable belleza y su rol como arteria de la célebre “ruta de los lagos”. Este lago se convierte en una vía fluvial que conecta Chile con Argentina, uniendo Puerto Montt y Puerto Varas con San Carlos de Bariloche, a través del Lago Nahuel Huapi.

Esta conexión lacustre, no solo sirve como una ruta de transporte, sino que también brinda a los visitantes una oportunidad única de experimentar los paisajes montañosos y acuáticos de la región desde una perspectiva completamente diferente.

Cuenta con dos puertos estratégicamente ubicados, Petrohué en su extremo occidental y la aldea de Peulla en su borde oriental, el Lago Todos los Santos se presenta como un destino con múltiples opciones turísticas. Es importante mencionar que no existe una ruta terrestre directa entre estos dos puntos, lo que realza la esencia virgen y la sensación de aventura al explorar el lago.

Los visitantes suelen quedar embelesados por las tonalidades esmeralda de sus aguas, que cambian con la luz del día, ofreciendo una paleta de colores que va desde el azul profundo hasta el verde resplandeciente; y como si el agua en sí no fuera suficientemente impresionante, el entorno natural que rodea el lago. lo eleva a un nivel completamente nuevo; las montañas y, especialmente, la imponente figura del Volcán Osorno, que se alza majestuoso en el horizonte, proporcionan un telón de fondo espectacular.

Aquellos que buscan un contacto más directo con la naturaleza pueden embarcarse en un viaje en bote, disfrutar de un paseo en kayak o explorar los senderos cercanos que abran paso hacia el volcán y las orillas del lago. Los servicios en la zona, desde estacionamientos hasta restaurantes, están diseñados para garantizar la comodidad de los visitantes, pero siempre respetando la integridad del entorno.

En resumen, el Lago Todos los Santos es más que un simple destino turístico; es una experiencia transformadora, un retiro donde el alma puede reconectarse con la naturaleza en su estado más puro y donde cada rincón evoca un sentimiento de asombro y admiración. Sin duda, una visita obligada para aquellos que buscan la esencia del sur chileno.

 

Leave A Reply