En la comuna de Curarrehue, en la provincia de Cautín, Región de la Araucanía, Chile, se esconde una joya natural de inigualable belleza: el Salto Velo de la Novia o Malalco. Esta impresionante cascada, de unos 80 metros de altura, se encuentra a un lado del camino Reigolil-Curarrehue, accesible a través de la pasarela de Quinenahuin.
Al pie de este monumental salto de agua, se forma una espectacular taza de piedra, donde el agua cae creando un entorno mágico rodeado de exuberante vegetación.
El Salto Velo de la Novia o Malalco ofrece a sus visitantes no solo un espectáculo natural de gran belleza, sino también una experiencia de conexión profunda con la naturaleza. Su ubicación, cerca del Parque Nacional Conguillío y del Lago Conguillío, lo sitúa en un entorno de paisajes variados que incluyen reservas naturales, lagos y una rica biodiversidad.
Además de la contemplación de esta maravilla natural, Curarrehue y sus alrededores ofrecen una amplia gama de actividades al aire libre y de aventura. Desde ascensos guiados al Volcán Villarrica, pasando por excursiones a caballo, canyoning, visitas a las Termas Geométricas, hasta trekking en el Parque Huerquehue, los visitantes tienen innumerables opciones para complementar su visita al Salto Velo de la Novia.
Este destino es perfecto para los amantes de la fotografía, los entusiastas del ecoturismo y aquellos que buscan un espacio de tranquilidad y belleza natural. La región de la Araucanía, con su rica cultura mapuche y su impresionante naturaleza, ofrece un marco incomparable para una experiencia inolvidable.
El acceso al Salto Velo de la Novia es una invitación a explorar las profundidades de la naturaleza chilena, a sumergirse en sus paisajes y a vivir aventuras que permanecerán en la memoria de quienes las experimenten.
Curarrehue, con su riqueza natural y cultural, promete ser un destino que satisface a todos los visitantes, desde los más aventureros hasta aquellos que buscan paz y serenidad en el corazón de la naturaleza.