Cuando te adentras en el centro de Santiago, no puedes dejar de maravillarte con la Casa Colorada, un verdadero testimonio de la historia colonial de Chile y un referente arquitectónico de la ciudad.
Declarada Monumento Histórico por la Ley 13.936 el 30 de abril de 1960, esta casa es un ejemplo notable de la arquitectura urbana colonial con influencias hispano-romanas. Construida a finales del siglo XVIII, la Casa Colorada fue pensada originalmente como residencia para Mateo de Toro y Zambrano, un prominente ciudadano de la época y presidente de la Primera Junta de Gobierno. La obra, a cargo del maestro portugués Joseph de la Vega, comenzó en 1770 y hoy se erige como un vestigio de tiempos pasados, cargado de historia y belleza.

Qué Ver
Al visitar la Casa Colorada, podrás explorar el Museo de Santiago, inaugurado en 1981, que cuenta con exhibiciones que trazan la historia de la ciudad y su desarrollo a lo largo de los siglos. Las salas del museo presentan una rica colección de objetos y documentos que ilustran la evolución urbana, los hitos culturales y los personajes que dieron forma a la capital chilena.
Entre sus más destacados se encuentran los retratos y elementos relacionados con Mateo de Toro y Zambrano, así como objetos cotidianos y mapas antiguos que te permiten imaginar la vida en la época colonial.
Uno de los aspectos más llamativos de la Casa Colorada es su fachada de intenso color rojo y sus detalles ornamentales, que representan fielmente el estilo de las viviendas de la aristocracia de la época. El patio interior, rodeado de galerías, ofrece un espacio de calma en medio del bullicio del centro de la ciudad, y es un lugar perfecto para sentarse y reflexionar sobre la historia que envuelve cada rincón de la casa.
Qué Hacer
En tu visita, además de recorrer las exhibiciones permanentes y temporales del museo, puedes participar en actividades culturales y talleres organizados por el museo, que buscan acercar a los visitantes a la historia y tradiciones de Santiago.
Si tienes la oportunidad de visitar la Casa Colorada durante alguna conmemoración histórica o evento especial, podrás disfrutar de conferencias, exposiciones artísticas y presentaciones que enriquecen la experiencia y te conectan aún más con el pasado de la ciudad.
No olvides llevar tu cámara, ya que cada rincón de la Casa Colorada merece ser inmortalizado. Las galerías, los detalles de la carpintería y los elementos decorativos son un deleite para quienes aprecian la arquitectura y la historia.
Cómo Llegar
La Casa Colorada se encuentra ubicada en la calle Merced 860, en pleno centro histórico de Santiago. Es fácilmente accesible en transporte público. Puedes tomar el metro y bajarte en la estación Plaza de Armas (Línea 5), desde donde solo te tomará unos minutos a pie llegar al museo. Si prefieres el autobús, hay varias líneas que pasan cerca de la Plaza de Armas y del Paseo Ahumada, lo que te permitirá caminar un corto trayecto para llegar a la Casa Colorada.
Si vienes en automóvil, debes tener en cuenta que el centro de Santiago es una zona con mucho tráfico, especialmente en horas punta. Hay estacionamientos cercanos, pero te recomendamos llegar temprano para evitar inconvenientes y asegurarte un lugar.
Sugerencias
Para aprovechar al máximo tu visita, te sugerimos planear tu recorrido con antelación. El museo está abierto de martes a domingo y la entrada es gratuita, aunque algunas actividades especiales pueden requerir un costo adicional. Lleva ropa cómoda y un buen par de zapatos, ya que el centro de Santiago ofrece muchas otras atracciones cercanas, como la Catedral Metropolitana, el Museo Chileno de Arte Precolombino y la Plaza de Armas, que complementan perfectamente tu paseo histórico.
Te recomendamos visitar la Casa Colorada por la mañana, cuando hay menos visitantes y puedes recorrer las salas y exposiciones con mayor tranquilidad. Después, puedes detenerte en alguno de los cafés o restaurantes del área para disfrutar de un almuerzo y compartir tus impresiones sobre lo que has descubierto.
La Casa Colorada es más que una visita turística; es una puerta al pasado de Santiago y un recordatorio de cómo la ciudad ha evolucionado con el paso del tiempo. Es un espacio que invita a la reflexión y a la conexión con la rica historia de Chile, y estamos seguros de que te llevarás una experiencia inolvidable.