La Fiesta del Nazareno de Caguach, celebrada en la comuna de Quinchao en la provincia de Chiloé, es una de las manifestaciones religiosas y culturales más importantes del archipiélago de Chiloé, Chile. Esta festividad, centrada en la devoción al Nazareno de Caguach, se celebra el segundo domingo de enero, marcando momentos de profunda fe y comunidad en la región.
La figura central de esta festividad es una escultura española del Divino Jesús Nazareno, traída a la isla por los franciscanos y establecida en la Iglesia de Caguach en 1778. Esta imagen, que data de principios del siglo XVIII, representa a Jesús durante la Pasión, cargando una cruz sobre su hombro derecho y vestido con una túnica de seda morada. La devoción a esta figura ha crecido enormemente entre los habitantes de Chiloé, convirtiéndola en una de las imágenes más veneradas en el archipiélago.
La celebración comienza con una novena, un periodo de oración y reflexión que dura nueve días, culminando con el día más trascendental del año para la comunidad. Durante la mañana de este día, se realizan actos religiosos, incluyendo misas y comuniones, que son el corazón de la festividad. Los fieles desde distintos puntos del archipiélago llegan en lanchas, llevando sus imágenes de culto y provisiones para permanecer en el santuario durante los días de celebración.
La fiesta del Nazareno de Caguach no solo es un evento religioso, sino también un momento de encuentro cultural y social. Los peregrinos y visitantes participan en diversas ceremonias que tienen lugar en la iglesia, creando un ambiente de fe compartida y comunidad. La Iglesia de Caguach, declarada Patrimonio de la Humanidad, es un testigo histórico de estas celebraciones y juega un papel central en la festividad.
Esta celebración es un ejemplo vivo de la religiosidad del pueblo chilote, que desde la época colonial ha encontrado su máxima expresión en las grandes fiestas religiosas. La Fiesta del Nazareno de Caguach, con su rica historia y significado cultural, atrae a un nutrido grupo de peregrinos de las islas cercanas y de la zona de Castro, convirtiéndose en un punto de reunión para la fe y la tradición en la región de Chiloé.