El Museo Pablo Fierro, situado frente al idílico lago Llanquihue en Puerto Varas, es una joya cultural que encapsula la esencia y el espíritu del pasado urbano de la región.
Desde su fundación en el año 2002, este museo ha destacado por su enfoque único en la preservación y la celebración de la historia y la arquitectura local. Creado por el artista y soñador Pablo Fierro, el museo se aloja en una antigua casa de máquinas transformada en un espacio donde se vive y respira la historia.
El Museo Pablo Fierro es un lugar de descubrimiento y maravilla, albergando una colección ecléctica de objetos que evoca a tiempos pasados, este museo invita a sus visitantes a una experiencia interactiva; aquí, cada objeto puede ser observado de cerca y tocado, ofreciendo una conexión tangible con el pasado, desde utensilios hogareños y revistas antiguas hasta buzones de correo, cada rincón del museo cuenta una historia, transportando a los visitantes a los hogares de sus abuelos o a los recuerdos familiares propios.
Lo que hace al Museo Pablo Fierro particularmente especial es la presencia del propio Pablo, quien, con sus relatos apasionados y conocimientos profundos sobre la colonización y los cambios culturales, añade una dimensión personal y auténtica a la experiencia del museo. Sus pinturas, que muestran antiguas mansiones en todo su esplendor, reflejan su fascinación por la arquitectura influenciada por los inmigrantes alemanes y las ricas costumbres chilotas.
Pablo Fierro ha invertido su corazón y alma en hacer del museo un lugar acogedor y atractivo para todos, inicialmente enfrentando desafíos para atraer visitantes, su persistencia y creatividad han convertido el museo en un espacio vibrante y lleno de vida. Con una terraza para dibujar, una sala de clases antigua, y hasta una proa de barco para juegos interactivos, cada elemento del museo invita a la imaginación y al descubrimiento.
El museo, ubicado a solo cinco minutos a pie del centro de Puerto Varas, es un testimonio de la historia viva y la creatividad sin límites. La entrada es gratuita, aunque se agradecen los aportes voluntarios para ayudar a mantener este espacio único.
El Museo Pablo Fierro no es solo un destino turístico; es una experiencia inmersiva que despierta la curiosidad, el asombro y un profundo aprecio por la rica historia y cultura de la Región de los Lagos.