La Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria de Carelmapu, ubicada en la comuna de Maullín, es una reliquia arquitectónica y espiritual de gran significado en la Región de los Lagos, Chile. Declarada Monumento Histórico en 1993, esta iglesia fue construida en 1913 y es un representante destacado de la Escuela Chilota de Construcción. A pesar de su estado actual de conservación, la iglesia, que se extiende sobre 770 metros cuadrados y se distribuye en tres naves, sigue siendo un testamento de la arquitectura religiosa antigua de la región.
El templo, conocido por su falta de pórtico, es hogar de la venerada imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, que ha estado presente en la zona durante más de 400 años. Esta iglesia es un punto focal para los devotos, especialmente durante la Fiesta de la Virgen de la Candelaria, celebrada anualmente cada 1° y 2 de febrero. Esta festividad, que data del siglo XVII, se caracteriza por procesiones marítimas y misas, subrayando su importancia cultural y religiosa en la región.
La Iglesia de Carelmapu, aunque no forma parte del grupo de 16 iglesias de madera de Chiloé reconocidas por la UNESCO, es igualmente un monumento nacional valorado. Sin embargo, desde el terremoto de 1960, ha sufrido serios daños y se cerró en 2008 debido al peligro de derrumbe. Se requiere una inversión significativa para su restauración, y aunque se ha apuntalado y reparado parcialmente, sigue en riesgo de desplome. Esta situación ha llevado a la construcción de una capilla temporal para continuar con las actividades religiosas mientras se espera la restauración de la iglesia.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria de Carelmapu es más que un edificio; es un símbolo de la historia, la fe y la identidad de una comunidad. Representa un patrimonio intangible que refleja la riqueza espiritual, psicológica y cultural de la región, un bien precioso que requiere cuidado y protección para preservar su legado para las futuras generaciones.