Enclavado en la comuna de Fresia, provincia de Llanquihue, el Río Llico se yergue como una joya natural dentro de la Región de los Lagos de Chile. Su extensión está adornada con una combinación única de grandes dunas, imponentes roqueríos y playas vírgenes, creando un panorama digno de postal.

Río Llico
Imagen: B-Sur Inmobiliaria; https://www.flickr.com/photos/163401084@N04/

Para los aficionados a la pesca deportiva, Río Llico ofrece una experiencia inigualable; aquí, el robalo y el pejerrey son las estrellas, brindando entretenidos desafíos para principiantes y expertos por igual. Además, su costa es rica en mariscos, permitiendo la posibilidad de recolectar delicias directamente del mar.

El paisaje del Río Llico está enriquecido por su diversa flora marina, desde el huiro hasta el cochayuyo, pasando por el pelillo y el luche, cada elemento marino añade una pincelada de color y vida al entorno; pero no solo la flora marina es protagonista; en sus bosques nativos, se puede apreciar una amplia variedad de fauna que añade magia y encanto al lugar.

Los viajeros en busca de aventura encontrarán en el Río Llico el lugar perfecto para excursiones y caminatas por la playa; sin embargo, para quienes prefieren el descanso y la tranquilidad, este rincón es un oasis de paz. Las cabañas y zonas de camping brindan opciones de alojamiento que se funden con la naturaleza, permitiendo una desconexión total del bullicio cotidiano.

Si bien el lugar es accesible, es altamente recomendable utilizar vehículos 4×4 para una mejor experiencia y comodidad al recorrer sus terrenos; La desembocadura del río ofrece un espacio tranquilo para los niños, ya que se forma una barrera natural creando una playa sin fuertes corrientes. Sin embargo, se debe tener precaución donde se une el río con el mar, formando remolinos los cuales pueden ser peligrosos.

Un detalle a tener en cuenta es que, a pesar de su belleza, el Río Llico no cuenta con kioskos o tiendas cercanas, por lo que se sugiere ir preparado con todo lo necesario para la estadía. Asimismo, aunque el lugar es un paraíso en verano, en invierno las condiciones climáticas pueden volverse adversas, con fuertes vientos y aumento en el nivel del río, llevando a desbordamientos en algunos sectores.

En conclusión, el Río Llico es una experiencia pura de la naturaleza chilena, un espacio donde tierra, mar y cielo convergen en armonía. Si buscas un retiro donde reconectar contigo mismo y con la madre tierra, este es tu destino. ¡Ven y sumérgete en su magia de este lugar!

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