El Fundo Potrero Anay, situado en la comuna de Dalcahue en la provincia de Chiloé, Región de los Lagos, Chile, alberga uno de los santuarios de la naturaleza más impresionantes: los alerzales milenarios. Estos bosques, declarados Santuario de la Naturaleza en 1976, son un testimonio vivo de la historia natural y cultural de la región.

Alerzales en el Fundo Potrero Anay

 

Los alerzales del Fundo Potrero Anay son parte de la Selva Valdiviana Andina, una selva mixta ubicada en la zona higromórfica. El alerce (Fitzroya cupressoides), un árbol endémico de la zona norpatagónica de Chile y Argentina, forma poblaciones puras o se asocia con otras especies como el coigüe (Nothofagus dombeyi), tineo (Weinmannia trichosperma), mañío macho (Podocarpus nubigena) y canelo (Drimys winteri)​​.

El Alerce, un gigante entre los árboles, es conocido por su longevidad y lento crecimiento. Algunos ejemplares en la zona tienen más de 3.000 años, lo que los convierte en un recurso científico invaluable. El alerce es una especie en estado de conservación debido a su potencial peligro de extinción, lo que ha llevado a su protección tanto en Chile como en Argentina.

El sector de Potrero Anay es un paso obligado para los senderos de excursión en el Parque Nacional Chiloé. Los visitantes pueden explorar senderos como Río Chepu-Río Lar, Chanquín-Cole Cole, y especialmente el sendero Río Cole Cole-Río Anay, que ofrece una ruta de 5 km atravesando paisajes espectaculares en aproximadamente 1.5 horas​​.

Visitar los alerzales del Fundo Potrero Anay es sumergirse en un mundo donde la naturaleza muestra su majestuosidad a través de bosques milenarios. Este santuario natural no solo ofrece un viaje a través del tiempo con sus árboles ancestrales, sino también una oportunidad única para conectar con la naturaleza en su estado más puro y aprender sobre la importancia de la conservación de especies únicas en el mundo.

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