Las Islas Desertores son un grupo de islas e islotes en el Mar de Chiloé, ubicadas entre la Isla de Chiloé y el continente chileno, formando parte del archipiélago de Chiloé.
Estas islas, que incluyen Auten, Chuit, Chulin, Imerquiña, Nayahue, Talcan y otras más pequeñas, se caracterizan por su rica historia y su impresionante belleza natural. Administrativamente, pertenecen a la comuna de Chaitén en la provincia de Palena, a diferencia del resto del archipiélago que forma parte de la provincia de Chiloé.
El nombre “Desertores” se remonta al siglo XVIII, cuando el cartógrafo español José de Moraleda las llamó “Islas Desiertas”. Con el tiempo, el nombre evolucionó a “Desertores”, posiblemente debido a la leyenda de que dos carpinteros chilotes de la segunda expedición del HMS Beagle “desertaron” y se escondieron en una de las islas. Otro relato sugiere que jóvenes chilotes se escondían allí para evitar ser enrolados en el ejército durante la Guerra del Pacífico.
Las Islas Desertores se destacan por su aislamiento y simplicidad de vida. Chulín, por ejemplo, alberga una escuela rural donde los niños de las islas vecinas pasan la mayor parte del año. La vida en estas islas es tranquila, con poca electricidad, ausencia de automóviles o tiendas generales, y una población de poco más de 100 habitantes. Esta sencillez contribuye a un ambiente de paz y conexión con la naturaleza.
El viaje en barco a Chulín puede tomar hasta 8 horas, dependiendo de las condiciones del mar; aunque el acceso es limitado, las islas cuentan con un servicio de lancha de pasajeros y carga que conecta con Achao y Chaitén, ofreciendo una experiencia única y auténtica del archipiélago.
Las Islas Desertores son un reflejo vivo de la cultura chilota, la chicha de manzana casera, por ejemplo, es común en Chiloé y las Islas Desertores. Los habitantes también comparten el mate, una bebida de té y hierbas popular en muchas partes de Sudamérica.
En resumen, las Islas Desertores ofrecen una experiencia auténtica y tranquila, ideal para aquellos que buscan escapar del ajetreo de la vida moderna y sumergirse en la belleza y la tradición de uno de los rincones más encantadores del sur de Chile.
Con su rica historia, paisajes impresionantes y una cultura única, estas islas son un destino que merece ser explorado.