Isla Chelín, enclavada en el archipiélago de Chiloé y situada entre las islas de Lemuy y Quehui, es una joya insular que combina historia, cultura y belleza natural en sus 12 km² de superficie. A tan solo dos horas de navegación desde la capital comunal, esta isla es un destino ideal para aquellos que buscan una experiencia auténtica en Chiloé.

Isla Chelín
Imagen: Cristian Aranda; https://www.flickr.com/photos/el_bruce/

la Isla Chelín, donde aproximadamente 800 habitantes mantienen un estilo de vida que se entrelaza con la agricultura, la salmonicultura y el turismo. La isla, dividida en los sectores de Huechochelín y Chelín Bajo, ofrece un viaje a través de la cultura y la historia chilotas.

El sector de Chelín Bajo es particularmente notable por albergar una de las 16 iglesias de Chiloé declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta iglesia, un emblema de la arquitectura religiosa en madera, es una ventana a la rica herencia cultural de la isla; su diseño y construcción reflejan la destreza y el arte de los carpinteros y artesanos locales, así como la profunda fe de la comunidad.

La creencia popular sostiene que el nombre de la isla proviene del idioma chono y significa “cerro pequeño”, un nombre que evoca la íntima conexión de la isla con su entorno natural. La topografía y el paisaje de Chelín invitan a la exploración y al descubrimiento, ofreciendo senderos a través de colinas suaves y vistas panorámicas del archipiélago.

La economía de la isla está fuertemente ligada al mar y a la tierra. La salmonicultura y la agricultura no solo son actividades fundamentales para la subsistencia de los isleños, sino que también ofrecen a los visitantes una oportunidad única de aprender sobre estas prácticas sostenibles y de probar productos frescos y locales, como el salmón y una variedad de vegetales y frutas cultivadas en la isla.

Isla Chelín no solo es un hermoso lugar; es un lugar donde la historia y la modernidad se encuentran. El turismo en la isla está en auge, con visitantes atraídos por su riqueza cultural, sus paisajes naturales y la hospitalidad de sus habitantes. Aquí, se puede disfrutar de actividades como la pesca, el senderismo y, por supuesto, la exploración de la iglesia Patrimonio de la Humanidad, que es un punto culminante para cualquier visitante.

En resumen, Isla Chelín es un destino que encanta y educa a sus visitantes. Es un lugar donde la historia, la naturaleza y la vida isleña se fusionan para crear una experiencia inolvidable. Aquí, en este rincón especial de Chiloé, los visitantes pueden sumergirse en un entorno tranquilo, rodeados de paisajes impresionantes y acogidos por una comunidad que conserva con orgullo su herencia y sus tradiciones.

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