La Casa y Parque de Don Carlos Thiers, situada en la avenida Alemania de Temuco, es una joya arquitectónica y un recordatiorio vibrante de la colonización europea en la Araucanía. Construida en 1924 por encargo de Carlos Thiers Püschel, un destacado empresario y político de ascendencia alemana, esta residencia es testimonio del proceso de ocupación y desarrollo de la región en el siglo XIX y principios del XX. El diseño de la casa, obra del arquitecto Carlos Caballero, refleja la influencia de las villas de Viña del Mar, combinando diversas expresiones arquitectónicas que caracterizan al barrio como un modelo de ciudad-jardín.

Casa y Parque de Don Carlos Thiers
Imagen: Dirección de Turismo; https://www.flickr.com/photos/156811333@N06/

La propiedad se destaca no solo por su diseño arquitectónico sino también por su significativo parque, que, hasta el día de hoy, es un hito para la ciudad de Temuco. El conjunto fue declarado Monumento Histórico en 1996 y actualmente alberga al Museo Regional de la Araucanía, transformándose en un centro cultural esencial para la comunidad y los visitantes interesados en la historia y cultura regional.

El Museo Regional de la Araucanía, reinaugurado en 2009 tras un proceso de modernización y ampliación liderado por el arquitecto nacional Teodoro Fernández, ofrece una ventana al patrimonio cultural de la región. Aunque se realizaron intervenciones en el interior para adecuar el espacio a las necesidades del museo, respetando las normativas de seguridad y mejora del espacio para la exhibición, el exterior de la casa mantuvo su estética original, preservando la esencia histórica del lugar. El parque, con casi tres mil metros cuadrados, también fue renovado, manteniendo su línea paisajística original​​​​​​.

La Casa y Parque de Don Carlos Thiers no solo son un recordatorio del pasado colonial y de la influencia europea en la Araucanía, sino que también actúan como un espacio de encuentro y aprendizaje sobre la rica historia y cultura de la región. Visitar este monumento ofrece una experiencia única, permitiendo a los visitantes sumergirse en el legado y la belleza de uno de los pocos ejemplos de arquitectura de principios del siglo XX que permanecen en Temuco.

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