Ubicado en la región de la Araucanía, el Volcán Villarrica es una maravilla natural que ofrece a sus visitantes una experiencia única e inigualable. Conocido también por su nombre originario en mapudungun, Rucapillán, que significa “casa del espíritu” o “del demonio”, este coloso se alza como uno de los volcanes más activos de Chile y Sudamérica, ofreciendo una aventura inolvidable para quienes osan explorarlo.
Con una altura de 2.847 metros sobre el nivel del mar, el Volcán Villarrica se destaca en el paisaje por su forma cónica casi perfecta y por el permanente manto de nieve que cubre su cima, creando un contraste majestuoso con el verde de los bosques y el azul de los lagos que lo rodean.
Dentro del Parque Nacional Villarrica, este gigante natural no solo es un desafío para los aventureros sino también un santuario de biodiversidad, hogar de especies florales como el roble, raulí, coirones y lengas, y de fauna silvestre que incluye liebres, pumas y zorros.
La cima del volcán esconde un cráter de aproximadamente 200 metros de diámetro, donde se encuentra un lago de lava, visible durante la noche gracias al reflejo de la lava incandescente. Este espectáculo, junto a la intensa actividad fumarólica, hace del Villarrica un punto de interés científico y turístico excepcional. Además, el sur del volcán está adornado por un extenso glaciar que abarca unos 40 km², añadiendo más belleza al paisaje.
En invierno, el Villarrica se convierte en el paraíso de los deportes de nieve. Con un equipado centro de esquí que opera desde hace más de 50 años durante los meses de julio a octubre, ofrece pistas para esquiadores de todos los niveles, además de senderos para prácticas como el Randonee y caminatas con raquetas de nieve.
El centro de esquí, el más reconocido de la región de la Araucanía, facilita la práctica del esquí y snowboard, convirtiéndose en el deleite de aficionados y expertos.
Durante el verano, el volcán invita a vivir aventuras como el trekking hasta su cráter, visitas a cuevas volcánicas, y cabalgatas por sus faldeos. Más de 15,000 visitantes al año se atreven a conquistar su cima, una travesía que promete vistas panorámicas inigualables de la región, incluidos otros volcanes y lagos.
No se requiere ser un experto para ascender, pero sí un buen estado físico y el acompañamiento de guías certificados. Este ascenso de aproximadamente 7 horas puede acortarse usando un andarivel, parte del centro de esquí, que opera todo el año.
Pero el Volcán Villarrica ofrece mucho más que aventura; la región es un testimonio de la rica cultura mapuche, con centros culturales y rutas turísticas que permiten a los visitantes sumergirse en la historia y tradiciones de este pueblo originario.
Además, las actividades en la naturaleza como canopy, canyoning, kayak, y paseos por el Lago Villarrica son solo algunas de las opciones para quienes buscan una experiencia más tranquila o familiar.
La experiencia en el Volcán Villarrica es, sin duda, una de las más completas que se pueden vivir en Chile. Ofrece la combinación perfecta de belleza natural, desafío deportivo y riqueza cultural, lo que lo convierte en un destino obligado para cualquier amante de la naturaleza y la aventura. Ya sea que busques la adrenalina de alcanzar su cima o disfrutar de la tranquilidad de sus paisajes, el Villarrica tiene algo especial para ti.