En el corazón de la Región de la Araucanía, abrazada por las comunas de Lonquimay y Melipeuco, se despliega la majestuosa Reserva Nacional China Muerta, un santuario natural de más de 12.000 hectáreas que promete una aventura inolvidable para los amantes de la naturaleza y el ecoturismo. Este enclave único, creado en 1968, es un testimonio vibrante de la biodiversidad y la belleza paisajística de Chile, ofreciendo una experiencia turística sin igual.

Reserva Nacional China Muerta
Imagen: Claudio Sepúlveda Geoffroy; https://www.flickr.com/photos/elessar/

Al adentrarse en la reserva, el visitante es recibido por un espectáculo natural de araucarias milenarias, cipreses de la cordillera, ñirres y lengas que pintan un lienzo vivo de la flora andino-patagónica. Este escenario se complementa con una fauna diversa, donde es posible avistar desde el esquivo puma y la delicada guiña, hasta el pudú, símbolo de la fauna chilena, junto con una rica avifauna que incluye al majestuoso carpintero negro y la torcaza.

La reserva se caracteriza por su topografía variada, dominada por elevaciones que superan los 1.500 metros, ofreciendo vistas panorámicas de la cordillera de los Andes. Sus ríos y esteros, como el Cabeza de Indio y el Trancura, son vitales para el ecosistema y proporcionan un espectáculo sonoro y visual para los senderistas.

Desde el templado-cálido de la precordillera, ideal para las caminatas en los meses de verano, hasta el clima de hielo de las alturas, que ofrece paisajes nevados en invierno, la reserva es un destino para todo el año. Las precipitaciones, abundantes en invierno, nutren los suelos y fomentan la riqueza biológica del área.

Para los entusiastas del trekking, la Reserva Nacional China Muerta ofrece rutas como la Huella del Puma, que invita a descubrir tanto la belleza como las secuelas de los incendios forestales que han marcado la región. Este sendero es un testimonio de resiliencia y renacimiento, donde la naturaleza recupera su espacio, brindando lecciones de conservación y esperanza.

El acceso principal es a través de Melipeuco, por el camino hacia Galletué, ofreciendo una ruta escénica que es en sí misma una parte de la aventura. Se recomienda visitar con vehículos aptos para caminos de ripio y prepararse para las condiciones cambiantes del clima. La reserva es de libre acceso, destacando por su compromiso con la preservación y la educación ambiental.

La Reserva Nacional China Muerta no solo es un destino para el descanso y la aventura sino también un espacio de aprendizaje y conexión profunda con el medio ambiente. Es un llamado a la conciencia sobre la importancia de la conservación y el respeto por nuestra rica biodiversidad.

Este paraíso natural invita a los viajeros a sumergirse en este oasis de tranquilidad y belleza natural, a explorar sus senderos, admirar sus paisajes y vivir una experiencia auténtica de conexión con la naturaleza en uno de los rincones más prístinos de Chile​​​​​​.

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