Capitán Pastene, ubicado a 120 kilómetros al noreste de Temuco, en la comuna de Lumaco, es un pueblo encantador conocido como la “Pequeña Italia” del sur de Chile. Este lugar, fundado por colonos italianos a principios del siglo XX, se ha convertido en un destino turístico inigualable, que conserva intactas las tradiciones y costumbres de sus ancestros europeos.
La historia de Capitán Pastene comienza cuando 88 familias italianas, provenientes principalmente de las localidades de Guiglia, Pavullo y Zocca en la provincia de Módena, Italia, llegaron a estas tierras en 1904 y 1905.
A pesar de los desafíos que presentaba el bosque impenetrable y un clima difícil, estos pioneros lograron establecer un próspero asentamiento, inicialmente llamado Colonia Nueva Italia. El nombre del pueblo se cambió más tarde en honor a Juan Bautista Pastene, un almirante genovés que exploró las costas chilenas bajo la autoridad de Pedro de Valdivia.
Hoy, Capitán Pastene es un reflejo vibrante de la cultura italiana en Chile. El pueblo es famoso por su gastronomía, donde las pastas y cecinas artesanales son una verdadera delicia para el paladar. Los visitantes pueden disfrutar de la cocina tradicional italiana en diversas trattorias y restaurantes, que ofrecen desde platos típicos hasta innovaciones culinarias.
Las calles bien trazadas y la hermosa plaza con fuentes de aguas y una glorieta son un deleite para los visitantes. La iglesia blanca de San Felipe Neri, con su orgulloso campanario, se erige como un símbolo del legado italiano en la región.
Los turistas pueden participar en experiencias culturales como la fabricación de pasta, visitar la bodega de jamones, y disfrutar de la arquitectura patrimonial y la rica historia del lugar.
Con un clima marino húmedo y una temperatura promedio anual de 11.6 °C, Capitán Pastene ofrece un entorno acogedor y relajado, ideal para una escapada tranquila.
Capitán Pastene no es solo un destino turístico, sino un testimonio vivo de la fusión cultural entre Italia y Chile, conservando un rico legado que se refleja en cada esquina de sus calles y en la calidez de su gente.