El Volcán Quetrupillán, un gigante dormido en el corazón de la Araucanía, Chile, es un destino que todo amante de la naturaleza y el trekking debería explorar. Con una altura de 2.360 metros sobre el nivel del mar, este volcán inactivo ofrece una experiencia única de ascenso, no solo por la belleza del paisaje sino por la historia geológica que lo envuelve.
Su última erupción data del año 1880, y su cráter, obstruido por un glaciar, es testimonio de la poderosa actividad que una vez caracterizó a este coloso.
Situado en el Parque Nacional Villarrica, el Quetrupillán se destaca por ser una montaña de mediana dificultad accesible para quienes buscan iniciarse en el mundo del trekking. La ruta de ascenso parte desde el sector Paraíso Escondido, donde se deja el vehículo para comenzar una caminata que inicialmente se adentra en un frondoso bosque nativo.
La diversidad de flora y fauna que se puede apreciar a lo largo del camino añade un valor inigualable a la experiencia. A medida que se asciende, el bosque da paso a las laderas del volcán, donde el paisaje cambia radicalmente, ofreciendo vistas panorámicas de volcanes vecinos, lagos y vastos bosques.
El trekking hacia el Quetrupillán es descrito como una travesía increíble, que se puede realizar en aproximadamente 8 horas desde las Termas El Rincón hasta la Laguna Azul, atravesando bosques de coihue, mañío y araucarias milenarias.
La dificultad del recorrido es considerada media, lo cual lo hace accesible para una amplia gama de aventureros. La presencia del glaciar que obstruye el cráter del volcán agrega un elemento espectacular al llegar a la cima.
Para aquellos interesados en emprender esta aventura, es posible encontrar tours guiados que incluyen transporte compartido, equipo de montaña y, crucialmente, un guía bilingüe. Estos tours, que parten desde Pucón, ofrecen una completa introducción a la montaña sin requerir experiencia previa en ascensos.
El precio por persona para estos tours es de aproximadamente CLP$ 100.000, lo que incluye el equipamiento necesario para un ascenso seguro, como casco, piolet, crampones y bastones de trekking.
Además del desafío físico que supone el ascenso, el Quetrupillán ofrece una profunda conexión con la naturaleza. Los senderos bien marcados atraviesan variados paisajes que van desde densos bosques hasta zonas de rocas volcánicas, donde el silencio y la inmensidad de la cordillera invitan a la reflexión y al asombro. Alcanzar la cumbre es una experiencia inolvidable, que recompensa al visitante con vistas majestuosas del Volcán Lanín y un vasto panorama de la Araucanía Andina.
Para aquellos que desean emprender esta aventura, es importante recordar que el ascenso demanda una preparación física adecuada, así como un respeto profundo por el entorno natural. Las recomendaciones incluyen llevar suficiente agua, ya que en la parte alta del volcán no hay fuentes disponibles, y evitar recorrer el bosque de noche.
En resumen, el Volcán Quetrupillán no es solo un destino para los entusiastas del trekking, sino un lugar de encuentro con la historia natural de Chile, una aventura que desafía el cuerpo y enriquece el espíritu. Entre bosques milenarios, fauna silvestre y vistas panorámicas que cortan la respiración, se alza este coloso, invitando a ser descubierto por aquellos que buscan experiencias auténticas en los rincones más bellos de la Araucanía.