El Volcán Lonquimay, enclavado en las comunas de Curacautín y Lonquimay en la Región de La Araucanía, Chile, es una maravilla natural que ofrece una experiencia única tanto para aventureros como para amantes de la naturaleza. Este estratovolcán, parte de la Reserva Nacional Malalcahuello-Nalcas, se alza a 2.865 metros sobre el nivel del mar, dominando el paisaje con su imponente presencia. Rodeado por extensos bosques de araucarias, lengas, y coigües, el volcán es el gemelo del Volcán Tolhuaca, creando juntos un escenario de belleza incomparable.

Volcán Lonquimay
Imagen: Gerardo Carinao; https://www.flickr.com/photos/gerardo-carinao/

Con tres erupciones registradas en su historia moderna – 1887, 1933, y la más notable en 1988 que dio origen al Cráter Navidad, nombrado así por la fecha de su formación – el Volcán Lonquimay no solo es un testimonio de la dinámica geológica de la región, sino también un centro de actividades al aire libre. Las laderas del volcán, caracterizadas por un clima polar de altura, se convierten en un paraíso invernal para el esquí y otros deportes de nieve en el Centro de Esquí Corralco, situado en sus faldas. En verano, la montaña invita a ser escalada, ofreciendo rutas de ascenso que, aunque exigentes, premian al aventurero con vistas panorámicas de 360° sobre el paisaje volcánico y las vastas extensiones de araucarias.

El ascenso al Lonquimay es todo un desafío, aunque gratificante, durante el verano, se requiere equipamiento básico como bastones y casco, mientras que, en invierno, el equipo se extiende a crampones, piolet, y, dependiendo de las condiciones de nieve, raquetas. La cima ofrece una vista espectacular no solo del cráter, cubierto por una capa de hielo, sino también de un horizonte punteado por otros volcanes de la región y de la vecina Región del Biobío.

Este volcán es un destino que encarna la esencia de la Araucanía Andina: un paisaje de contrastes donde la fuerza de la naturaleza se manifiesta en la tranquilidad de los bosques antiguos y la majestuosidad de sus montañas nevadas. El Lonquimay es una invitación a explorar, a vivir aventuras y a contemplar la belleza pura de Chile.

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