La Cordillera de Las Raíces, ubicada en la comuna de Caracautín, Región de la Araucanía, Chile, es un destino de ensueño para los amantes de la naturaleza y el turismo aventura. Este majestuoso cordón montañoso no solo es un testimonio vivo de la biodiversidad del sur de Chile, sino también una puerta de entrada a experiencias inolvidables en la Araucanía Andina.
El principal atractivo de esta zona son sus milenarios bosques de araucarias, un verdadero símbolo de la identidad natural chilena. Estos gigantes verdes, que en algunos casos superan los 1.000 años de edad, se erigen como guardianes de un ecosistema de incalculable valor. La Cordillera de Las Raíces ofrece un trazado caminero único que permite a los visitantes sumergirse en esta maravilla natural, disfrutando de la serenidad y el aire puro que sólo un bosque ancestral puede ofrecer.
Desde diversos puntos de la cordillera, es posible admirar las imponentes cumbres de los volcanes Llaima, Tolhuaca y Lonquimay, formando un horizonte que corta el aliento. Estas vistas panorámicas, combinadas con la riqueza natural del entorno, hacen de la Cordillera de Las Raíces un escenario perfecto para la fotografía, el trekking y la contemplación.
La ruta hacia la Reserva Nacional Malalcahuello-Nalcas, partiendo desde Caracautín, se destaca por ofrecer una variedad de paisajes que incluyen, además de las araucarias, robles, raulíes, couigües y lengas, así como paisajes volcánicos de aspecto lunar y bosques frondosos. Esta reserva es un ejemplo palpable de la diversidad de flora y fauna de la región, donde el visitante puede realizar actividades como trekking, esquí, montañismo y pesca deportiva, entre otros.
Además, la zona está salpicada de termas naturales, donde el descanso y la relajación son los protagonistas. Estas aguas termales, en combinación con el entorno natural, ofrecen una experiencia de bienestar única. Curacautín y sus alrededores también son conocidos por su rica oferta gastronómica y cultural, con eventos y festividades que celebran las tradiciones locales y permiten a los visitantes sumergirse en la identidad de la Araucanía Andina.
Para los más aventureros, se recomienda el uso de vehículos 4×4, ya que algunas rutas pueden presentar desafíos dependiendo de la estación del año. Este detalle no hace más que añadir un elemento de aventura a la experiencia, permitiendo un contacto aún más cercano con la naturaleza.
La Cordillera de Las Raíces no es sólo un destino turístico; es un viaje a la esencia misma de la naturaleza, un lugar donde el tiempo parece detenerse y donde cada sendero, cada árbol y cada vista tiene una historia que contar. Es, sin duda, un lugar imprescindible para todos aquellos que buscan aventuras genuinas y una conexión profunda con el patrimonio natural de Chile.