Villa Las Araucarias, situada en el corazón de la Cordillera de Nahuelbuta, a unos 50 kilómetros de Carahue, Región de Araucanía, Chile, se presenta como un pueblo muy especial donde el visitante puede admirar un bosque repleto de las majestuosas Araucarias, árboles milenarios que definen el paisaje y el espíritu del lugar. Este sitio, que se convirtió en un bien nacional público en 2017, está bajo la administración de la Universidad de La Frontera, garantizando la conservación de esta especie emblemática.
El área protegida abarca 11.41 hectáreas y se ha transformado en un punto de investigación y educación ambiental, con la colaboración de la Municipalidad de Carahue. Se han delimitado áreas de exclusión para fines científicos y se han desarrollado senderos interpretativos para enriquecer la experiencia de los visitantes, permitiéndoles un acercamiento único al ecosistema de la araucaria y al bosque nativo. Estas iniciativas buscan no solo preservar la biodiversidad del lugar sino también fomentar un turismo científico que atraiga a visitantes de diversas partes, interesados en la naturaleza y la ciencia.
La Universidad de La Frontera ha implementado diversas acciones para la conservación de la biodiversidad, investigación, y educación ambiental en Villa Las Araucarias. Esta área de protección comprende una de las distribuciones más australes de la Región de la Araucaria araucana en la Cordillera de la Costa, destacando la importancia de preservar este patrimonio natural. La concesión de uso gratuito otorgada por el Ministerio de Bienes Nacionales a la UFRO subraya el compromiso con el desarrollo sustentable y la protección de los recursos naturales.
Este enclave natural ofrece una ventana a la riqueza de la flora y fauna endémica de la región, representando un verdadero tesoro para aquellos interesados en el agroturismo y en la experiencia directa con la naturaleza prístina. La implementación de proyectos de trabajo para mejorar la accesibilidad y la señalética convierte a Villa Las Araucarias en un destino turístico emergente, prometiendo una experiencia educativa y recreativa para todos sus visitantes.
La combinación de esfuerzos por parte de la comunidad académica, las autoridades locales y organizaciones de conservación, como Senderos Chile, asegura que Villa Las Araucarias no solo sea un refugio para la biodiversidad sino también un modelo de turismo sostenible y educación ambiental. Este esfuerzo conjunto refleja una visión de futuro donde la conservación y el aprendizaje van de la mano, ofreciendo a las futuras generaciones la posibilidad de disfrutar y aprender de los tesoros naturales de Chile.