Te invitamos a descubrir uno de los secretos mejor guardados del centro de Santiago: el Museo La Merced. En nuestro recorrido como especialistas en turismo, este lugar se destaca no solo por su valioso patrimonio, sino por ofrecer una experiencia de paz y asombro a solo pasos del bullicio ciudadano.

En este artículo, te guiaremos a través de todo lo que necesitas saber para visitarlo, desde sus impresionantes colecciones de arte hasta los prácticos detalles para planificar tu visita. Acompáñanos a explorar este rincón lleno de historia y cultura.

Museo La Merced

Nuestra experiencia: Un viaje en el tiempo y el arte

Al cruzar el umbral del Museo La Merced, sentirás cómo el ajetreo de la ciudad desaparece. El museo se ubica en lo que fue el claustro del antiguo convento de la Basílica de la Merced, un Monumento Histórico nacional cuyo conjunto arquitectónico data del siglo XVIII. Fue fundado en el siglo XIX por el Padre Benjamín Rencoret, quien dedicó esfuerzos a reunir una de las colecciones más importantes de arte religioso y objetos culturales de Chile.

Lo que no te puedes perder en sus salas

Durante tu visita, te sorprenderá la diversidad y riqueza de las colecciones, que te transportarán a través de diferentes épocas y tradiciones.

La Sala Rapa Nui: Tu recorrido puede comenzar con un encuentro con la cultura polinésica. En la planta baja, una sala dedicada a “Los espíritus de Rapa Nui” alberga objetos que reflejan la profunda espiritualidad del pueblo Rapanui, donde podrás apreciar cómo el Mana (poder divino) se manifiesta a través de hombres y objetos.

El Encuentro de Dos Mundos: Verás cómo se gestó la confluencia del patrimonio nativo y el europeo. Las salas exhiben piezas prehispánicas y otros objetos que son el resultado de esta convivencia, cristalizada en nuevas expresiones de arte con una esencia mestiza única.

El Esplendor del Arte Colonial: Subiendo al primer piso, te espera el corazón de la colección. Aquí, el “Mestizaje Artístico” se despliega en toda su magnitud. Encontrarás pinturas y tallas de la Escuela Quiteña, así como una deslumbrante muestra de platería litúrgica del barroco bávaro. Las tallas en madera policromada de santos, con detalles hiperrealistas como ojos de cristal y pelo natural, te dejarán sin aliento.

La Galería de los Reyes y los Fanales: En el segundo piso, un pasillo adornado con retratos de los Reyes de Judá e Israel crea un ambiente solemne y majestuoso. Pero, sin duda, uno de nuestros rincones favoritos es la sala de los “fanales”: cúpulas de vidrio que encierran figuras del Niño Jesús profusamente adornadas. Estas joyas de la época colonial, originarias de Quito, representan la abundancia y la devoción, y cada una es más detallada y conmovedora que la anterior.

Información práctica para planificar tu visita

Para que tu experiencia sea perfecta, aquí te dejamos una guía rápida con todos los detalles esenciales.

El museo se encuentra en la calle Enrique Mac Iver 341, en el corazón de la comuna de Santiago. Los horarios de atención suelen ser limitados, típicamente algunos días de la semana en horarios de mañana y tarde, por lo que te recomendamos verificar los horarios actualizados antes de tu visita.

El valor de la entrada es muy accesible, alrededor de quinientos pesos chilenos, lo que lo convierte en una de las alternativas culturales más económicas del centro de Santiago. El museo cuenta con servicios de guardarropía, baños y ofrece la posibilidad de visitas guiadas que enriquecen considerablemente la experiencia.

Para llegar, la opción más conveniente es el Metro de Santiago. Puedes bajarte en la estación Plaza de Armas de la Línea 5 o en Santa Lucía de la Línea 1, desde donde el museo se encuentra a solo cinco o siete minutos de caminata. También múltiples líneas de micros pasan por las cercanías, como las líneas 203, 208, 405, 507 y 518, entre otras.

Nuestras sugerencias para que disfrutes al máximo

Dedica al menos una hora: Aunque es compacto, la cantidad de detalles en cada pieza merece una observación tranquila. No te apresures y permite que cada sala te revele sus secretos.

Busca la tranquilidad del jardín: En el centro del claustro, hay un jardín interior con un estanque que es un verdadero oasis de paz. Es el lugar perfecto para un momento de reflexión después de tu recorrido por las salas de exposición.

Considera la accesibilidad: Ten en cuenta que el acceso a los pisos superiores es solo por escaleras, ya que el museo no cuenta con ascensor, algo importante si visitas con personas de movilidad reducida.

Combina tu visita: Al salir, puedes visitar la Basílica de la Merced contigua, recorrer el pintoresco Barrio Lastarria o explorar otros hitos del centro patrimonial, todos a corta distancia a pie. Te sugerimos planificar una ruta que incluya estos atractivos cercanos.

El Museo La Merced es mucho más que un museo; es una ventana a la historia cultural y religiosa de un continente. Te aseguramos que esta pequeña joya, con sus incontables tesoros y su atmósfera serena, se convertirá en una de las paradas más memorables de tu paso por Santiago.

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