Enclavado en el corazón de la Región de los Lagos, cerca de la pintoresca ciudad de Puerto Montt, el Parque Nacional Alerce Andino es un santuario natural que resguarda uno de los tesoros más preciosos de Chile: los alerces milenarios. Estos gigantes de la naturaleza, que superan los 40 metros de altura, son los guardianes silenciosos de un territorio que se extiende por aproximadamente 20.000 hectáreas.
Sin embargo, los alerces no son la única joya de este parque, más de cincuenta lagunas de aguas cristalinas salpican el paisaje, reflejando el cielo y las montañas circundantes en sus superficies espejadas, que se esconden entre la vegetación, ofreciendo rincones de serenidad y belleza.
La biodiversidad del parque es simplemente impresionante, no solo es hogar del esquivo Pudú, el ciervo más pequeño del mundo, sino también de otros animales emblemáticos como el monito del monte, pumas, guiñas y chingues. Mientras recorres los senderos, es posible que te encuentres con alguna de estas criaturas, o al menos con rastros de su presencia.
Los visitantes suelen elogiar la claridad y buena señalización de los senderos, lo que facilita la exploración y garantiza experiencias seguras. Desde caminatas sencillas, como la que lleva al Salto y la Primera Laguna, hasta rutas más desafiantes que culminan en la Laguna Triángulo, hay opciones para todos los niveles de habilidad y ganas de aventura.
Una mención especial merece la caminata hacia la Laguna Sargazo, este sendero, apto para toda la familia, combina hermosas pasarelas con un entorno boscoso y culmina en una laguna de aguas tan transparentes que parece sacada de un cuento de hadas.
Aquellos que buscan una inmersión profunda en la naturaleza no deben olvidar llevar repelente, especialmente durante el verano, cuando los insectos hacen acto de presencia; el calzado adecuado es esencial, así como llegar temprano para aprovechar al máximo el día y explorar más senderos.
El Parque Nacional Alerce Andino no es simplemente un área protegida; es un testimonio viviente de la riqueza natural del sur de Chile y una invitación abierta a perderse y encontrarse en sus maravillas; ya sea que te atraigan sus árboles centenarios, sus lagunas espejadas o la posibilidad de avistar fauna salvaje, este parque promete una experiencia que permanecerá en tu memoria mucho tiempo después de que hayas dejado sus linderos.